Jugando en PS4: Kingdom Hearts III + ReMind

Kingdom Hearts siempre ha sido una saga especial. La primera entrega, lanzada en 2002, era pura magia y funcionó tan bien a nivel económico que el juego de Nomura se convirtió rápidamente en uno de los pilares de la Square Enix moderna, con numerosos spin offs expandiéndose por casi todas las plataformas disponibles con una historia que cada vez se hacía más extraña y difícil de seguir.

Aun así, Kingdom Hearts III prometía poner fin a la saga de Xehanort que ha estado con nosotros desde la primera entrega, reuniendo a todos los protagonistas de los distintos juegos en un último enfrentamiento épico en el que también se dan cita la mayoría de rivales que han ido pasando por los distintos juegos. ¿El resultado? No exactamente lo que se podría esperar.

Una historia que se ha quedado tremendamente estancada en el tiempo

La trama arranca justo después de Kingdom Hearts 3D, y resulta que Sora, que ha suspendido el examen de maestro de llave espada (título que en realidad tiene la misma importancia que tener un grado en Historia de España) ha perdido todas sus habilidades y fuerza. Sí. Otra vez. Así que de primeras le tocará intentar recuperarse, pero como no sabe exactamente qué hacer, visitará a Hércules, un héroe que logró recuperarse tras caer estrepitosamente.

Por desgracia Hércules no es de mucha ayuda y Sora tendrá que buscar el poder del Despertar (que por algún motivo ahora resulta esencial) en varios mundos Disney, en los que nos encontramos con los protagonistas de las películas y lucharemos contra Nescientes, Sincorazones e Incorpóreos.

Por desgracia, el guion de Kingdom Hearts sigue siendo igual de infantil, tonto y absurdo como lo ha sido en otros juegos de la saga. Las escenas suelen ser ridículas y nuestras intervenciones en los mundos sigue siendo, en su mayoría, tan torpe como siempre, generalmente imitando de forma bastante poco acertada la trama de las películas pero metiendo con calzador y sin demasiada lógica sincorazones y misteriosos hombres de negro.


Esta narración tan poco hábil no era problema para los fans de Kingdom Hearts hace ya casi veinte años, muchos teníamos edades que rondaban los diez años y las conversaciones tan torpemente escritas no nos chocaban. Pero el tiempo cambia, y ya me cuesta dejar pasar por alto lo mal que están escritas las escenas y lo ridículas que son las tramas de los mundos.

Además, mientras Sora está por ahí perdiendo el tiempo en los mundos Disney, la trama de verdad va avanzando, pero de forma completamente ajena al jugador. Se nos va contando en forma de numerosas cinemáticas (y algunas breves secciones de gameplay) en la que vemos cómo otros personajes (villanos y aliados) van haciendo que la historia siga su curso, pero lo que hace Sora es en realidad para nada. No hay ningún motivo real para que esté por ahí dando vueltas, vas por ahí a mundos Disney porque bueno, esto es Kingdom Hearts y esta saga va de eso, ¿no?

No todos los mundos Disney son un desastre, y hay un par que están bastante bien planteados: el de Toy Story, porque no se ciñe a copiar el guion de las películas, y el de Piratas del Caribe, por introducir de forma muy acertada mecánicas como exploración del mar en barco (con luchas incluidas) e incluso la exploración bajo el agua, que generalmente suele ser un coñazo, en este mundo se siente muy bien implementada.

Un combate con muchas opciones y divertido

El sistema de combate de Kingdom Hearts III es, para mí, lo que salvó el juego por completo. Y es que aunque tiene sus problemas, no deja de ser tremendamente divertido. Es una fórmula que tras los numerosos spin offs se ha refinado muchísimo y tenemos muchas opciones: transformaciones de llaves espada, invocaciones, magias, ataques del botón de acción... La gran novedad son las atracciones, una especie de invocaciones que podemos usar (sin coste negativo de ningún tipo) que harán las veces de ataques devastadores.

Todas estas opciones se implementan de forma muy sencilla, lo que hace que sea un juego que divierte sin muchas complicaciones, lo cual para mí es un enorme acierto. Entre tantos juegos complejos, un poco de simplicidad a veces se agradece e incluso divierte hasta puntos que te olvidas de las tramas poco trabajadas de los mundos.


Para navegar entre mundos, cómo no, vuelve la Nave Gumi. Nunca he sido muy fan (y sigue sin gustarme pese a la insistencia en meterla en todos los juegos posibles), pero para los que les molen pues está genial, tiene mucha personalización y en esta ocasión tendremos movimiento libre en amplísimas zonas, a diferencia de los "túneles" que había en otros juegos.

En el terreno audiovisual, como siempre, es una pasada. Gráficamente se ve de escándalo y el motor gráfico demuestra ser súper versátil, replicando de forma muy convincente los distintos aspectos de las películas, incluida la de Piratas del Caribe, que cuenta con un estilo realista que a priori debería chocar bastante y que se nota muy natural.

En la banda sonora pues lo mismo se podría decir, tanto temas de las películas como temas nuevos (y regresos de otros temas propios de otras entregas de la saga). La gran Yoko Shimomura ha vuelto hacer un trabajazo.

Un final poco satisfactorio

Cuando llega los combates finales, la conclusión de la historia se siente bastante poco satisfactorio, con algunos personajes bastante maltratados directamente (ay, Kairi). El contenido de ReMind lo arregla en parte, pero no deja de ser un parche a una trama que en realidad no tiene demasiado sentido, los corazones, las llave espada, la oscuridad... Todo funciona como quiere Nomura cuando quiere Nomura y ya está. Hace tiempo que la trama perdió el norte pero con esta entrega no podía hacerse más evidente que en esta saga todo se va a resolver siempre un poco "porque sí".

Un juego entretenido, pero no el final que esperaba

Gracias a su jugabilidad, Kingdom Hearts III me ha divertido durante las 35 horas que me ha durado, pero no puedo dejar de sentir que no es el final que este arco debería haber tenido. Creo que KH debería haber madurado junto a sus jugadores, en lugar de optar por el conservadurismo y un infantilismo que no sé si podré seguir soportando mucho tiempo más.

Si habéis llegado hasta ahora jugando a la saga pues no deja de ser un juego divertido y que por fin pone punto y final a una saga que quizá se ha hecho demasiado larga.

Recomendado

A favor
  • Divertido sistema de combate con muchas opciones pero a la vez sencillo.
  • Los gráficos se adaptan de maravilla a los mundos Disney.
  • La banda sonora se mantiene siempre a un nivel altísimo.
  • Los mundos de Toy Story y Piratas del Caribe.
  • Finaliza un arco que empezó con el primer juego.
En contra
  • La trama sigue manteniendo el tono infantil de siempre.
  • La historia avanza de forma completamente ajena a Sora la mayoría del juego.
  • Todo se revuelve un poco por la cara.
  • Nomura. Darkness.
LönKMâlkavar

Videojuegador empedernido desde que tengo recuerdo, programador de profesión y un frikazo como el que más.

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