Jugando en PS Vita: Zero Time Dilemma

La saga Zero Escape es cuanto menos peculiar. Una historia algo enrevesada, con largas secciones de novela visual, puzzles y numerosas decisiones que nos llevan a diferentes finales, todos además conectados entre sí. Zero Time Dilemma llega con la intención de darle un cierre a la trilogía que inició 999: 9 Hours, 9 Persons, 9 Doors, y lo hace de manera genial.

La vida es injusta

El argumento arranca cuando nuestros protagonistas, un grupo de nueve personas, despierta encerrados en celdas. Un misterioso hombre aparece, y les propone la que será la primera de muchas decisiones que tendremos que tomar: él lanzará una moneda. Si acertamos la cara que queda en la parte superior nos liberará. Si no, tendremos que jugar el "Juego de Decisiones".

Si no acertamos nuestros protagonistas se verán encerrados en un búnker. Para salir deben introducir en un ordenador seis contraseñas... Pero hay una pega. Las contraseñas se anuncian cuando muere una persona, por lo que seis de ellos deben morir para que los otros puedan escapar. Además, en sus brazos llevan un brazalete que cada noventa minutos les inyecta drogas, una que les duerme y otra que les hace perder los recuerdos de esos noventa minutos. Mientras, los protagonistas, divididos en tres grupos, tendrán que pasar por diferentes pruebas y tomar diferentes decisiones, que podrán acarrear su muerte o la muerte de otros.
Entre los personajes tenemos un poco de todo: algunos totalmente nuevos, otros que vienen de la primera entrega, otros de la segunda e incluso algunos que han estado en ambos. La evolución de todos está muy bien llevadas, tienen bastante personalidad y rara vez nos aburriremos cuando seamos testigos de sus conversaciones, bastante largas y difíciles de seguir si sois nuevos en la saga.

Un apartado visual remodelado

Para los que hemos jugado desde 999, lo primero que notaremos es el importante salto a nivel técnico. Las escenas estilo novela visual han sido sustituidas por cinemáticas, y el estilo visual ha dado un cambio hacia el cel shading con estilo cómic, algo que le sienta de escándalo. 

Por supuesto, el bajo presupuesto se deja notar en unas animaciones muy robóticas y en algunos fallos gráficos que se han quedado sin pulir (como el pelo de algunos personajes, que atraviesan sus modelos o incluso hacen extraños movimientos), pero el aspecto visual general es bastante bueno, sobretodo si lo jugamos en portátil.

Las únicas escenas en las que se nota una dejadez mayor es en los flashbacks, que transcurren siempre con imágenes estáticas y texto junto a las voces de los personajes contándonos qué está sucediendo. Es una lástima, pero estos flashbacks suelen tener una duración mucho menor y tienen mucha menos presencia que las escenas dentro del búnker.
En el apartado sonoro, nos encontramos con algunas composiciones antiguas reutilizadas y otras nuevas echas para la ocasión. En general es una banda sonora muy ambiental y muy olvidable, aunque hay algunas que sí tienen más efecto (curiosamente la que regresan de entregas anteriores).

En cuanto al doblaje, podemos escoger entre voces en inglés o en japonés (los subtítulos están solo en inglés, como es habitual). No puedo hablar mucho de las voces anglosajonas ya que desde el principio las puse en japonés, pero este último sí puedo decir que tiene un nivel altísimo y ayuda mucho a la inmersión.

Los puzzles, uno de los pilares fundamentales

Como no podía ser de otra forma las secciones de puzzles tienen gran protagonismo. Con cada equipo pasaremos por diferentes pruebas, todas más o menos de dificultad similar y en las que nos podremos tirar una hora o más tranquilamente, buscando pistas, piezas o herramientas que usar y usando la lógica en muchos casos para saber qué hacer. Eso sí, en algunas ocasiones no es tan evidente cuál debe ser nuestro próximo paso a dar y he tenido que recurrir a guías en más de una ocasión.

En total, completar la aventura al completo puede llevarnos poco más de veinte horas, una buena duración que hace que la historia no se quede nunca demasiada estancada, manteniéndose siempre interesante, dejándote con la intriga y queriendo saber más.
Para la toma de decisiones tenemos un árbol de eventos con el que podemos ir directamente al punto de la historia que queramos, pero en esta ocasión es un poco más lioso que en otros juegos: los eventos no están ordenados, solo después de jugarlos se nos dicen cuándo suceden los eventos y en qué línea temporal. Además, se introduce un elemento aleatorio por lo que ciertas situaciones pueden pasar de forma diferente sin que nosotros hagamos nada diferente. El desbloqueo de algunos fragmentos requieren condiciones muy específicas y es normal tener que buscar ayuda en internet para saber cómo desbloquear algunos fragmentos de historia para poder seguir.

Un buen cierre para una saga muy espeical

Está claro que la saga Zero Escape es muy peculiar y que debido a su naturaleza su público objetivo es bastante reducido, pero siempre ha sabido darle a este lo que le gustaba. Zero Time Dilemma responde a todas las preguntas que habían quedado sueltas y cierra de forma satisfactoria una trama que parecía quizá demasiado liosa para poder darle un buen fin. Si os interesa la saga Zero Escape y no la habéis empezado, hacedlo mejor con el 999, si habéis jugado a los otros dos no pierdas la oportunidad de ver el cierre de la trilogía: no os decepcionará.

Recomendado

A favor
  • La historia, siempre interesante y con buen ritmo.
  • El nuevo estilo artístico es muy acertado.
  • Los personajes tienen una buena evolución.
  • Los puzzles en general están bien llevados.
  • La toma de decisiones hace que sea muy interesante ver todas las posibilidades.
  • El nivel del doblaje japonés es buenísimo.
En contra
  • A veces no es muy evidente lo que hay que hacer en los puzzles.
  • Las condiciones de desbloqueo de algunos fragmentos son algo difíciles de averiguar.
  • Las escenas de los flashbacks no están muy bien llevadas.
LönKMâlkavar

Videojuegador empedernido desde que tengo recuerdo, programador de profesión y un frikazo como el que más.

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