Jugando en PS4: Thief

Para romper un poco la racha de RPGs que he estado jugando desde que empezó el año, decidí darle a algo diferente. Echando un vistazo a la lista de juegos de PS4 me di cuenta de que tenía el Thief desde hace bastante y que todavía no lo había probado siquiera. Así que metí el disco en la consola y me preparé para disfrutar de las aventuras de Garrett.

El ladrón solitario de La Ciudad

Garrett es un tipo solitario, que suda de todos y de todo... Excepto de una chica. Erin, una ladrona bastante diferente de él. Mientras que nuestro protagonista es calmado y evita todo conflicto siempre que sea posible, Erin es mucho más temeraria y no duda en matar siempre que se le presenta la oportunidad: guardia que mata, guardia que no será un problema más adelante.

El juego comienza con ambos personajes colaborando entre sí para un golpe, en el que vemos cómo entran en conflicto estas dos filosofías tan diferentes. Por desgracia el trabajo acaba mal, Erin muere y Garrett queda gravemente herido tras presenciar lo que parece ser un extraño ritual mágico. Tras estos hechos, veremos cómo el ladrón es salvado en unas escenas que nos ofrecen una buena visión sobre el estado de La Ciudad (sí, ese es el nombre que tiene).
Tras recuperarse, Garrett irá aceptando diferentes trabajos, intentando no interferir demasiado con los acontecimientos de la ciudad, cosa que no podrá hacer ya que lo que le pasó a él y a Erin está relacionado con la situación de la urbe.

El juego tiene un ambiente de fantasía oscura que se deja de notar con una ambientación excelente, con un claro estilo gótico y victoriano que le viene como anillo al dedo. La Ciudad es un lugar deprimente y en decadencia, con una misteriosa enfermedad que no da tregua a los habitantes y un gobernante (el Barón) cuyas políticas no son muy bien recibidas. La gente empieza a levantarse ante la opresión: el conflicto entre el pueblo y el Barón es inminente.

Una jugabilidad llena de posibilidades

La historia se divide en capítulos que tienen un principio y un fin, con objetivos muy claros. En ellos tendremos que robar algo en concreto o salvar a alguien. Para ello haremos uso de un control con unos esquemas muy sencillos, que nos permiten escalar cornisas, subir por cajas y llegar a sitios elevados con enorme facilidad. 

La oscuridad será nuestra más fiel aliada la mayor parte del tiempo, en ella estaremos a salvo y nuestros enemigos no nos verán (a menos que estemos a un palmo de ellos). Así, tendremos que estar pendiente de la luz en todo momento: antorchas, velas y linternas. Si nos ve alguien pueden llamar refuerzos y esto será un problema: los enfrentamientos uno contra uno son manejables pero cuando estamos rodeados las capacidades ofensivas de Garret se ven fácilmente superadas. Al fin y al cabo, como él mismo dice, es un ladrón no un guerrero.
Para ayudarnos a pasar desapercibido el juego nos ofrece un interesante arsenal de herramientas. Está la clásica mecánica de tirar algo para que se rompa y haga ruido, pero también una cantidad muy diversa de flechas con diferentes efectos: flechas con cuerda para ayudarnos a cruzar, flechas de agua para apagar fuegos, flechas de humo para huir, flechas romas para aturdir... 

Para complementar esto tenemos la concentración, que gastará una barra. Mientras estemos usando la concentración, podremos ver resaltamos los elementos del escenario con los que podemos interactuar, lo que nos puede ser de gran ayuda cuando no sepamos para dónde tirar.

El título incentiva la infiltración silenciosa, aunque ya os digo que más de una vez he ido noqueando guardia a guardia, siendo esta la opción más sencilla en muchas ocasiones, debido, principalmente a una IA enemiga bastante torpe. A veces no te ven aunque los tengas enfrente de tus narices... Y además los escenarios están repletos de elementos que te pueden delatar muy fácilmente y que alertan a todos los guardias: perros enjaulados, pájaros, agua, cristales rotos, libros tirados...

Aun así la jugabilidad funciona bastante bien, y cuando te cuelas dejando atrás cinco enemigos sin que se dieran cuenta de que estabas ahí la sensación es muy buena. Además, el juego premia la exploración con una cantidad de coleccionables ENORME escondidos en todos los rincones. Es casi imposible ir consiguiendo todo en una primera pasada, así que la rejugabilidad de los capítulos es muy alta.

Una historia que entretiene pero poco más

La trama de Thief está en general bien, pero no tiene el carisma de las grandes historias. Los personajes son poco memorables. Por suerte el juego cuenta con escenas breves y no pasaremos mucho tiempo viendo las cinemáticas. Durante la campaña (que dura unas diez horas más o menos) estaremos mucho más tiempo disfrutando de las misiones que preocupado por la el destino de los personajes.

Al terminar se nos dará la opción de recorrer La Ciudad a nuestro gusto, así como de volver a hacer los capítulos de nuevo y varios trabajos secundarios que nos dará Basso, uno de los personajes. La Ciudad no es realmente un mundo abierto, sino que son varias zonas (barrios) interconectadas por puertas y diferentes atajos.
Al igual que las fases de los capítulos, La Ciudad está repleta de coleccionables que encontrar y cuenta con una genial ambientación: al recorrerla, escucharemos a los diferentes habitantes hablar de la situación: nobles que sopesan la posibilidad de irse a otro lugar mejor, gente preocupada por no tener nada que dar de comer para sus hijos... Y si escuchamos bien también los escucharemos hablar sobre dónde escondieron una joya o cuál es la combinación de una caja fuerte. Estar atento tiene recompensa.

Algunos problemas técnicos

El juego no se libra de algunos problemas técnicos propios de los juegos intergeneracionales (salió a comienzo del ciclo de vida de PS4 por lo que salió en la anterior generación de consola también). La tasa de fps normalmente va bien, pero no se libra de algunas caídas bastante grandes, sobretodo en las escenas más rápidas del juego. Además, algo que pasa siempre es la carga tardía de texturas cuando accedemos a un nuevo escenario. 

Las cinemáticas son otro de sus problemas. Muchas veces la sincronización labial no es la mejor que podías esperar de un juego de este calibre, y los subtítulos a veces van un poco a su bola (por suerte tiene voces en castellano). Además, dan la sensación continua de ir a tirones. Es algo que me ha pasado en todas y cada una de ellas y empeoran muchísimo el resultado.

La BSO es una gran desaparecida la mayor parte del tiempo, pero es algo positivo, ya que es más importante escuchar tu alrededor: pasos, voces, ruidos... El problema viene que cuando llegan las escenas y suenan las pocas composiciones pasa muy desapercibida.

Un buen regreso 

Eidos ha hecho un buen trabajo con el regreso del maestro ladrón, con un juego breve y entretenido si vas solo a por la historia pero lleno de posibilidades para los completistas. Lástima que no se libre de unos cuantos fallitos técnicos y que desde el lanzamiento de este juego no hayamos oído hablar sobre posibles secuelas.

Recomendado

A favor
  • La jugabilidad es gratificante.
  • El ambiente de La Ciudad.
  • La dirección artísica es buenísima.
  • Buen nivel en el doblaje al castellano.
  • Rejugable y con muchos extras para completistas.
En contra
  • Problemas técnicos: caídas de fps y cinemáticas que no van muy fluidas.
  • Historia falta de interés y personajes poco memorables.
  • IA enemiga torpe hasta niveles insultantes en ocasiones.
  • En ocasiones el diseño de niveles no está a la altura de las posibilidades jugables.

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