Mismo juego, dos remakes: Sword of Mana y Adventures of Mana

Square-Enix ya había conseguido el éxito que necesitaba con Final Fantasy. Su saga de rol por turnos vendía como churros, pero la compañía quería replicar ese mismo éxito en otros géneros. Por ello lanzó en el año 1991 en Japón Final Fantasy Adventures, un spin-off de la franquicia que cambiaba los turnos por combates a tiempo real y un interesante aire a The Legend of Zelda. Al juego le fue bastante bien, así que la compañía nipona decidió hacer de este juego una nueva saga, eliminando en los siguientes títulos el nombre FInal Fantasy, naciendo así la saga Mana.

Con el paso del tiempo, SE decidió que tenía que actualizar el juego original, y en 2003 lanzó Sword of Mana, de la mano de Brownie Brown para GBA... Pero es que más tarde, en 2016, lanzaría otro remake, Adventures of Mana, para Android, iOS y PS Vita.

Dos remakes con perspectivas totalmente diferentes

A pesar de que ambos remakes se basan en el mismo título, son proyectos muy diferentes, tanto por ambición como por intenciones. Empezaré hablando de Sword of Mana. El juego de GBA era un título mucho más ambicioso que no solo pretendía actualizar el juego, sino que intentaba darle un aire completamente nuevo, cambiando gran parte del contenido.

Sword of Mana, cuando se abarca más de lo que se debería

Uno de los grandes cambios de esta versión es el mapeado, que recibió una maravillosa puesta al día con un estilo pixel art precioso y unos diseños interesantes, muy al estilo de los juegos de Brownie Brown, con el uso de colores muy llamativos. Los sprites de los personajes y enemigos son una auténtica maravilla, con unas animaciones muy bien elaboradas y en conjunto es sin lugar a dudas de los mejores juegos de GBA en el aspecto visual.

La historia también sufrió grandes cambios, tanto de los protagonistas principales como de los secundarios, cambiando la naturaleza de algunos combates contra jefes finales incluso. A diferencia del juego original, podíamos escoger jugar con dos personajes: el héroe y la heroína. Esto, en un principio, nos permitiría ver la historia desde dos puntos de vista diferentes, aprendiendo más sobre los personajes y el mundo que les rodea... Pero en realidad no funcionaba así. Las situaciones en la que te ves envuelto son las mismas, y excepto en contadas ocasiones, no cambia nada lleves al personaje másculino o femenino.
Además, la historia en sí era la misma que la del Final Fantasy Adventures original pero con más retoques y florituras, lo que se traduce en que tenemos una historia simple de narices, pero ahora con diálogos innecesariamente largos. Hay una clara intención de hacer que los jugadores formen un vínculo con los personajes mediante la exposición de conflictos y diálogos con personajes secundarios que no existen en la aventura de 1991, pero lejos de ayudar a una mayor inmersión estropea la experiencia. No se puede sacar oro de donde lo lo hay y esto es algo que no entendieron en el equipo de desarrollo por lo que parece, lo que hacía de Final Fantasy Adventures un buen juego no era la historia, sino la jugabilidad.

La banda sonora es en general muy buena, contando con versiones remasterizadas de las melodías clásicas y nuevas canciones para ambientar las nuevas localizaciones y situaciones que no estaban presentes en Game Boy.

La jugabilidad en sí se mantuvo, con unos combates que ágiles, con muchos enemigos diferentes, cada uno con sus debilidades y puntos fuertes, por lo que hay una primera fase de ensayo y error muy importante cuando nos encontramos con un nuevo enemigo por primera vez. Esto, que pretende darle variedad al combate, a veces entorpece un poco más de la cuenta y es un problema común del juego original y de los dos remakes: en muchas ocasiones nos encontraremos en la misma pantalla varios enemigos a los que tenemos que atacar con diferentes armas, lo cual nos obliga a ir cambiando de un arma a otra entrando en el menú y estropeando el ritmo de los combates, que por lo demás funcionan a las mil maravillas.

Adventures of Mana, un remake 1:1

El enfoque con el segundo remake, titulado Adventures of Mana, fue totalmente diferente: en lugar de tomar el juego de Game Boy como base para crear algo nuevo, se hizo un remake que es idéntico a este, pero con una puesta al día en varios aspectos, como es el gráfico, banda sonora y ligeros retoques en la jugabilidad.

El mapeado es un calco, exactamente igual que el original. Coges el mapa de Final Fantasy Adventures, pones al lado el de Adventures of Mana y verás que casilla por casilla es lo mismo, solo que el juego de 2016 cuenta con gráficos en 3D. Pero es precisamente en estos cambios gráficos donde se nota que el presupuesto no era demasiado grande: las texturas son simples y los modelos de los personajes y enemigos poco detallados. Aunque todo esto se puede salvar debido a lo coloridos que son y al estilo chibi de los personajes, el conjunto no queda del todo mal aunque se ve a leguas que SE no quería dejarse mucho dinero en este proyecto.
La historia también es la misma, lo cual es una buena noticia: diálogos breves y escenas que no se exceden más de la cuenta para un juego cuya gran baza es la jugabilidad y es consciente de ello. Es una historia muy a la vieja usanza y una mera excusa para que salgas al mundo del juego a explorarlo, pero es lo que debería ser, no entorpece el ritmo ni estropea lo divertidísimo que es recorrer los escenarios.

El sistema de combate es el mismo pero con cierto retoques, se nota mucho más ágil y en general da sensación de funcionar muchísimo mejor. Como parte negativa tienes una interfaz de diseño un tanto fea heredada de la versión de móviles tal cual (yo lo jugué en Vita), y no deja de ser un coñazo tener que meterse dentro una y otra vez en los menús para cambiar de arma.

El presupuesto no es sinónimo de diversión

Tras jugar a ambas versiones, para mi gusto la de PS Vita es mucho más divertida. La versión de GBA se ve más pulida en el aspecto técnico, el pixel art es una auténtica maravilla y sin duda había un buen presupuesto para un juego que intentó convertir Final Fantasy Adventures en algo completamente diferente. Es precisamente ahí en lo que falla, en no entender que la grandeza del juego original no residía en su historia, sino en un gameplay fluido y rápido, y ahí la versión de Vita, con un aspecto 3D muy simple y en general poco pulido, brillaba. No es un juego para el recuerdo en ningún caso desde luego, es divertido pero está lejos de ser una maravilla. Ideal para echar el rato si quieres algo sencillito, corto y divertido.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La odisea de publicar una aplicación móvil en Play Store como desarrollador independiente

Retroanálisis GBA: Harry Potter y la Piedra Filosofal

Jugando en PS Vita: Aeternoblade